En el libro "Espacios y sociedades" de Ricardo Méndez y Fernado Molinero de Editorial Ariel, Barcelona: 2000; puede leerse "El peculiar modelo de desarrollo japonés y sus efectos territoriales", una magnífica síntesis geográfica de la realidad de ese país. Allí se explica la identidad del Japón en su contexto espacial -del que hasta ahora poco se pudo conocer en los medios de comunicación, centrados en mostrar repetitivamente las mismas imágenes, a partir de las cuales pareciera que la población contuvo con sus manos los anaqueles de supermercados y oficinas, en un show mediático global-.
Sin embargo, la vulnerabilidad ambiental de Japón está tomando cuerpo frente a la catástrofe tecnológica nuclear que está latente en Fukushima Daiichi y Fukushima Daini. La potencia industrial y tecnológicamente desarrollada configura uno de los espacios de la Tríada del poder que se localiza en un "medio natural inhóspito", según los autores de un libro geográfico por excelencia. Con el 72 % del territorio montañoso, Japón se sitúa en el límite comprensivo de placas, incorporándose al cinturón de fosas y arcos insulares afectados por una intensa sismicidad y un vulcanismo activo que señalan la subducción de la placa Pacífica por debajo del continente. Méndez y Molinero describen la "violencia" en los rasgos del territorio japonés traducida en un alto índice de riesgos naturales, por su localización en un área inestable de la corteza, a lo que se suma la violencia climática de los tifones.
Los autores agregan que las dificultades que introduce el medio sólo cobran su verdadero significado al considerar la intensidad del poblamiento -aspecto al que se hace escasa referencia en los medios ocupados de mostrar conjuntos ¿deshabitados? de casas y automóviles arrasados por el terremoto y el tsunami-, con más de 300 habitantes por km2, la más alta entre los diez conjuntos regionales que definen los autores. Esa concentración demográfica es más evidente cuando se piensa en las escasas áreas posibles de poblar, las llanuras costeras, lo que eleva la densidad a más de 1500 hab. por km2. De esto no se habla y parecen poco aceptables las cifras que hasta ahora se dan sobre los muertos por el catastrófico terremoto con un epicentro localizado a pocos km de ciudad de Sendai con 1.024.947 hab. (2005). Justamente en esta concentración demográfica radica la "vulnerabilidad" de Japón, caracterizada por la hiperconcentración y congestión en las aglomeraciones urbanas en las llanuras irrigadas del litoral y la configuración de tecnópolis. "Una de las paradojas más llamativas radica en el contraste que ofrecen las áreas llanas, en donde la congestión y la competencia de usos es la dominante, frente a las vertientes montañosas que permanecen práticamente deshabitadas".
Pero Japón también se caracteriza por la fuerte concentración del poder político y económico, según los autores, en el que las grandes familias han conservado secularmente su poder, si bien bajo formas diversas en relación con las cambiantes condiciones históricas.
También es muy importante considerar que las "estructuras esenciales de la realidad actual parecen vincularse en mayor medida a la dependencia que se ha establecido entre la organización global del territorio y la distribución de los espacios productivos, dentro de una lógica económica estricta tendente a maximizar los beneficios empresariales a corto plazo". Estas afirmaciones revelan la extrema vulnerabilidad ambiental del "milagroso desarrollo" japonés, que aún los medios de comunicación no alcanzan a mostrar. Esta lógica económica ha llevado a concentrar los equipamientos de mayor impacto ambiental en zonas altamente pobladas.
Dicen en la síntesis, Méndez y Molinero que la aglomeración es la forma espacial de la acumulación, el modo de maximizar las economías externas que han alimentado el proceso de crecimiento acelerado japonés y, por tanto, indisociable de la industria y la ciudad, conformando un modelo territorial característico de desarrollo desigual. "Lograr una mayor armonización entre el crecimiento y la competitividad de la economía, el desarrollo tecnológico y la calidad de vida de la población, reduciendo los fuertes costes sociales y ambientales para aumentar como contrapartida los equipamientos no directamente productivos pero esenciales en cualquier mejora del bienestar social es, sin duda, uno de los principales retos para el futuro inmediato del Japón". Sabios juicios de los geógrafos españoles que habrá que ponderar a la hora de evaluar la vulnerabilidad de su geografía.
Lic. Diana Durán
Lic. Diana Durán
5 comentarios:
En mi respetuoso entender, me parece muy acertado su comentario/ análisis acerca de la vulnerabilidad de Japón ante este tipo de catástrofes naturales. Serio problema tiene Japón para resolver.
Recuerdo que uno de sus argumentos durante la segunda guerra mundial fue la necesidad de lograr el espacio vital
Saludos cordiales
José ortiz
Es sorprenderte, que ante la fragil situación geográfica con la que cuenta Japón, no se tome en cuenta el desarollo demográfico.
Teniendo en cuenta, que para satisfacer las necesidades de una gran poblacion se utilizan medios que afectan/ contaminan el medio ambienten.
D´Amico Pamela
Me parece terrible el hecho de que en pos del desarrollo económico y tecnológico, los países concentren equipamientos de gran impacto ambiental en zonas altamente pobladas sin tener en cuenta las graves consecuencias sociales que se pueden provocar, como en este caso, la catástrofe tecnológico nuclear.
Natalia Díaz
Luego de leer el artículo interpreto que debería ser de suma importancia el estudio de los riesgos ambientales por parte del poder político y económico al momento de instalar plantas o centrales nucleares, sobre todo, si son emplazadas en zonas con actividad telúrica y con alta densidad demográfica, como es el caso de Japón, a costa de fuertes perjuicios sociales y ambientales.
Japón es muy vulnerable a catástrofes por su ubicación geográfica.
Lo que no entiendo es que conociendo de este peligro hay tantas plantas nucleares y otras industrias peligrosas como las refinaras de petróleo, que pueden causar grandes efectos sobre la saludad y el medio ambiente tanto para Japón como para el mundo entero
Esperanza Chaile
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