martes, 4 de diciembre de 2012

VIVIENDO OTRA GEOGRAFÍA. ALBINA LARA


Accra, Ghana. 2011. Albina Lara

VIVIENDO OTRA GEOGRAFÍA. Por Albina Lara. 4 de diciembre de 2012

Como geógrafa, aunque no típica, fui formada para analizar, estudiar y evaluar  territorios. Sin embargo, por suerte, partes de mi ser siempre han sido esquivas al poder enorme de la formación académica,  lo que me ha permitido integrar diversas formas de aprendizaje, además del puramente racional. Mi experiencia en Ghana, adquirida a través de viajes a partir del 2009, hizo posible que fuera capaz de vivir otra geografía.  

Cuando a mediados del 2009 me invitaron a dar clases de Gestión Ambiental en Ghana, África, a través de la organización noruega Kultur Studier, la idea me fascinó puesto que puso en movimiento un aspecto de mi personalidad geográfica, la ligada a Humboldt.

Mi iniciativa promovió, entre mi familia y amigos,  la formación de dos grupos bien diferentes: uno que rechazaba la iniciativa por arriesgada y difícil y el otro que la alentaba por  interesante y enriquecedora. En ambos grupos, pero, seguramente mucho más en el primero, operó el poder de la percepción: África, un territorio percibido como peligroso sin diferenciación, debido básicamente a las noticias que recibimos de violencia de todo tipo y también a las enfermedades. También el otro grupo, el que estaba a favor, tenía sus propias percepciones: África, tierra de paisajes, colores y sonidos intensos, donde la Madre Tierra se muestra evidente y las culturas son más prístinas y fascinantes.

Mis primeras impresiones en Ghana fueron intensas y fuertes: colores, olores, sonidos, tantos, tantos, y tan diferentes. La sensación fue de caos, de demasiado, de que no podía ni absorber ni digerir todo aquello.
 

 
Cape Coast, 2010. Albina Lara.

 
 
Kumasi, 2010. Albina Lara
 
Ciudades con calles donde todo ocurre en forma simultánea: vivienda, comercios de todo tipo, vendedores, zanjas con los efluentes domésticos, automóviles que tocan la bocina permanentemente y dan la sensación de que van a llevarnos por delante en cualquier momento, cabras y gallinas, muchos niños, vendedores que te persiguen porque ser blanco te convierte en un cliente apetecible, todo, todo junto. Al principio, esto produce agotamiento y necesidad de protegerse de tantas sensaciones. Surge la urgencia por refugiarse en la imagen del mundo conocida y segura y desde allí juzgar y analizar.

Asimismo, algo impactante fue la sensación de ser percibido como diferente y realmente ser el diferente, ser “obruni”. Obruni es la palabra utilizada en Ghana para los blancos, tomada del idioma nativo Akan/Twi, que significa “el que viene de ultramar”. Es decir, literalmente se refiere a todos los extranjeros; pero, básicamente se utiliza para los blancos. Cuando uno va caminando por las calles, los niños gritan: “obruni”, “obruni”, como una forma de saludo, casi siempre amistoso porque la gente de Ghana es muy gentil  y cordial.
 

Puerta del "no retorno"
 
Ser blanco en tierra de negros.  Eso es fuerte. No sólo es sentirse diferente sino, vuelvo a repetir, ser diferente, ser blanco en tierra de negros, donde el comercio de esclavos dejó hondas marcas. En lo profundo se siente que, aunque sean muy amables y sonrían al decir Obruni, uno es blanco, es decir tiene la impronta de pertenecer al grupo, tampoco diferenciado, de esos seres humanos que hicieron realidad un comercio humano, que llevó miles y miles de habitantes de esas tierras hacia las Américas, cruzando por la “puerta del no retorno (1)” 

El milagro para mí fue haber sentido que, a través de mis viajes y mi experiencia, pude pasar de ser una Obruni, diferente y observada, a ser un poco parte de la comunidad.
 

 
Elmina, 2011. Albina Lara.


Creo que ese milagro lo hizo posible mi mirada de respeto, de humildad, de cuenco para recibir esa nueva geografía, no para juzgarla desde mi percepción diferente, sino para vivirla, disfrutarla, sentirla. A lo largo de ese proceso, sentí que mi piel iba adquiriendo el color de la tierra, que mi piel se oscurecía a medida que los filtros de mi percepción se disolvían y me permitían una mirada amplia y flexible.

Impresionante el cambio que permitió dejar que esa otra geografía permee mi piel y todos mis sentidos.  Desde entonces, tengo más lugares en el mundo a los cuales puedo llamar mi lugar.


1- Puerta del no retorno: nombre que se le daba a la puerta del Castillo esclavista de Cape Coast, Ghana, a través de la cual los esclavos dejaban el Castillo para ser embarcados a las Américas.
 
 
 
Cómo agradecer a nuestra amiga la Dra. Albina Lara, este artículo para Geoperspectivas que nos nutre con experiencias únicas de sus viajes a Ghana.
 
Diana Durán

6 comentarios:

Luca dijo...

Gracias por compartir sus experiencias. Me acuerdo tambien que dficil es moverse sin tener una idioma común, y a pezar de esto: tratar de comunicar.
Luca

Anónimo dijo...

Siempre es muy interesante y sumamente enrriquecedor el contacto con otras culturas, mientras más diferentes sean tanto mejor.
Una experiencia invalorable...
José ortiz

Carlos Adrián Tissera dijo...

Excelente apreciación sobre los etornos "extraños" y buen ejemplo de como uno puede hacer la diferencia y dejar de ser el otro, el rotulado por los malos actos de aquellos que en el pasado nos legaron su "fama", en lo personal he vivido algo parecido en otras tierras y me identifico con este relato, porque pude, a través del tiempo revertir esa imagen que de los actos de otros heredé, hermoso relato, la felicito.

Mirta Moore dijo...

Excelente artìculo de la prestigiosa y sensible geògrafa Albina Lara. Nos permite ver còmo el eurocentrismo ha permeado en nuestra percepciòn y los resabios que quedan de la acciòn de los europeos en Africa. Se da un contrapunto de cosmovisiones opuestas, de modos de sentir, vivir, proyectarse y concebir el mundo, la vida, el tiempo...

Angelica dijo...

Que Interesante poder sentir que uno puede desde la experiencia descubrir mas de un lugar del que se sienta parte.
Seguramente y como dijo Albina la humildad, la permeabilidad lograron que sus ojos vieran al otro desde esa mirada con la que ellos se acostumbraron a vernos, producto de muchas desavenencias históricas y abusos.
Ser diferente tiene que ver con la perspectiva cultural en la que uno decida postularse. Ser diferente blanco, negro, mulato es circunstancial en la vida sin embargo sabemos que marcan abismos en las relaciones humanas y es la mas triste realidad en el mundo en el que vivimos.

Anónimo dijo...

buenas tardes! felicitaciones por hacernos conocer esta forma de hacer Geografía y muy cierto el comentario del principio, cuán importante son los resultados que surgen cuando se esquiva lo puramente académico y entra a tallar la percepción. Felicitaciones por el blog!!! Florencia Frede