-¿Y piensa que Barack Obama puede ganar las elecciones?-
“Hay esperanzas. Tenemos esperanzas, las mismas esperanzas que nuestros ancestros tuvieron durante la esclavitud, sobreviviendo, yendo a la iglesia, cantando canciones espirituales, rezándole al Todopoderoso, esperando que algún día podamos conocer al fin elegido... Mi abuela vivió hasta los 100 años. Su madre era esclava cuando nació y sin embargo, llegó a tener un título universitario. Pero ella jamás imaginó que hubiese alguna posibilidad de tener a uno de nosotros como Presidente de los Estados Unidos. Te da una idea del movimiento que ha generado este país. Hay muchos jóvenes norteamericanos que no tienen la imagen que vivieron sus padres o sus abuelos. Fíjate la gente que pretende desmitificar el hip hop y sin embargo el 70 por ciento de los chicos blancos lo consumen igual, demostrando que no van a dejarse imponer por las ideas diferentes. Todas las encuestas que están saliendo no creo que tengan en cuenta a esos chicos blancos que van a votar por primera vez. Todo tiene que ver con la esperanza y la oportunidad que tiene este país de concretar lo que nunca hicieron los padres fundadores. En las escuelas no lo enseñan, pero George Washington tenía esclavos. Thomas Jefferson también. Es gracioso, pero si alguien puede demostrar que es descendiente de Thomas Jefferson, puede estudiar en la Universidad de Virginia, completamente gratis. Pero eso lo hicieron mucho antes de que existiera el ADN (Ríe a carcajadas). Ahora, tal vez puedan lograrlo de verdad, porque Jefferson hacía lo suyo con la corte de esclavas.”
“Hay esperanzas. Tenemos esperanzas, las mismas esperanzas que nuestros ancestros tuvieron durante la esclavitud, sobreviviendo, yendo a la iglesia, cantando canciones espirituales, rezándole al Todopoderoso, esperando que algún día podamos conocer al fin elegido... Mi abuela vivió hasta los 100 años. Su madre era esclava cuando nació y sin embargo, llegó a tener un título universitario. Pero ella jamás imaginó que hubiese alguna posibilidad de tener a uno de nosotros como Presidente de los Estados Unidos. Te da una idea del movimiento que ha generado este país. Hay muchos jóvenes norteamericanos que no tienen la imagen que vivieron sus padres o sus abuelos. Fíjate la gente que pretende desmitificar el hip hop y sin embargo el 70 por ciento de los chicos blancos lo consumen igual, demostrando que no van a dejarse imponer por las ideas diferentes. Todas las encuestas que están saliendo no creo que tengan en cuenta a esos chicos blancos que van a votar por primera vez. Todo tiene que ver con la esperanza y la oportunidad que tiene este país de concretar lo que nunca hicieron los padres fundadores. En las escuelas no lo enseñan, pero George Washington tenía esclavos. Thomas Jefferson también. Es gracioso, pero si alguien puede demostrar que es descendiente de Thomas Jefferson, puede estudiar en la Universidad de Virginia, completamente gratis. Pero eso lo hicieron mucho antes de que existiera el ADN (Ríe a carcajadas). Ahora, tal vez puedan lograrlo de verdad, porque Jefferson hacía lo suyo con la corte de esclavas.”
Entrevista realizada a Spike Lee en el canadiense Hotel Park Hyatt de Toronto por Fabián W. Waintal el 05-Octubre-2008
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ARTÍCULO DE HÉCTOR CORREA, ESCRITO EN PUNTA ALTA EL 31 DE ENERO DE 2009
Algunos párrafos del artículo.
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ARTÍCULO DE HÉCTOR CORREA, ESCRITO EN PUNTA ALTA EL 31 DE ENERO DE 2009
Algunos párrafos del artículo.
Antes que nada debo aclarar algo. Para hacer esta nota tuve que unir dos asuntos muy diferentes. Los desastres naturales en EE.UU y la cultura afroamericana. Pero esto tiene una explicación.
Nueva Orleans es una ciudad única. Dos tercios de su población son negros, y ha sido un puerto esencial en el comercio de esclavos. Además, no hace mucho se convirtió en un testimonio crudo y descarnado de lo que puede hacer un huracán impresionante sobre uno de los estados más pobres de EE.UU, un país poderoso, con muchos recursos humanos y tecnológicos, pero con una cultura despiadada dominada por la codicia, la segregación y los fanatismos religiosos.
Spike Lee, realizador cinematográfico norteamericano y negro, realizó un documental sobre el huracán Katrina que asoló EE.UU., titulado “When the levee broke: A Requiem in Four Acts (Cuando se rompieron los diques-Una tragedia americana-Requiem en 4 actos)”. Los cuatro estados más golpeados fueron Florida, Alabama, Mississippi y Luisiana, pero en el documental se centra en Nueva Orleans (Estado de Luisiana), porque es una ciudad única, como dije antes y ha dicho Lee, ha sido española y francesa, además fue uno de los puertos esclavistas más importantes y ha sido cuna de importantísimos géneros musicales donde dos tercios de la población son de raza negra. En EE.UU esto es muy importante. La ciudad quedó inundada en un 80% y sumergida en un caos del que todavía no se ha repuesto. El documental cuenta la historia del huracán, la ruptura de los diques y el desastre humanitario posterior. También muestra cómo son los planes de reconstrucción y cómo fue la actuación del Gobierno federal durante la tragedia, muy criticada por los afectados por su lentitud e ineficacia. Este testimonio cinematográfico se inicia cuando muestra el famoso desfile de comparsas, personajes y bandas de Nueva Orleans y un grupo de músicos negros encabeza un funeral al son de “Do You Know What It Means To Miss New Orleans” -cantada por ese extraordinario trompetista y mejor vocalista aún, que fue Louis Armstrong (nacido en esa misma ciudad)-, uno de los temas de la música negra más tradicionales y populares del país. El colorido, los movimientos, cómo arrastran sus pies los participantes o se deslizan por las calles de la ciudad, cómo los músicos se desplazan mientras sus instrumentos hacen sonar su lamento, mientras los distintos personajes que se muestran, típicos de ese rito tan particular de los pobladores negros mueven sus cuerpos armónicamente, son imágenes que impresionan por su fuerte compromiso vivencial con una historia de tristeza y esclavitud. Y CONTINÚA...
Desde este punto de vista, hablar de un cine hecho por negros, o un cine de blancos, es una cuestión que no tiene mucho futuro ni aporta nada a la creación, ni al arte. Gustará o no gustará, tendrá, desde la forma, más belleza o no, pero desde la realización cinematográfica, el lenguaje, la imagen, etc., no dejará de ser cine.
Nueva Orleans es una ciudad única. Dos tercios de su población son negros, y ha sido un puerto esencial en el comercio de esclavos. Además, no hace mucho se convirtió en un testimonio crudo y descarnado de lo que puede hacer un huracán impresionante sobre uno de los estados más pobres de EE.UU, un país poderoso, con muchos recursos humanos y tecnológicos, pero con una cultura despiadada dominada por la codicia, la segregación y los fanatismos religiosos.
Spike Lee, realizador cinematográfico norteamericano y negro, realizó un documental sobre el huracán Katrina que asoló EE.UU., titulado “When the levee broke: A Requiem in Four Acts (Cuando se rompieron los diques-Una tragedia americana-Requiem en 4 actos)”. Los cuatro estados más golpeados fueron Florida, Alabama, Mississippi y Luisiana, pero en el documental se centra en Nueva Orleans (Estado de Luisiana), porque es una ciudad única, como dije antes y ha dicho Lee, ha sido española y francesa, además fue uno de los puertos esclavistas más importantes y ha sido cuna de importantísimos géneros musicales donde dos tercios de la población son de raza negra. En EE.UU esto es muy importante. La ciudad quedó inundada en un 80% y sumergida en un caos del que todavía no se ha repuesto. El documental cuenta la historia del huracán, la ruptura de los diques y el desastre humanitario posterior. También muestra cómo son los planes de reconstrucción y cómo fue la actuación del Gobierno federal durante la tragedia, muy criticada por los afectados por su lentitud e ineficacia. Este testimonio cinematográfico se inicia cuando muestra el famoso desfile de comparsas, personajes y bandas de Nueva Orleans y un grupo de músicos negros encabeza un funeral al son de “Do You Know What It Means To Miss New Orleans” -cantada por ese extraordinario trompetista y mejor vocalista aún, que fue Louis Armstrong (nacido en esa misma ciudad)-, uno de los temas de la música negra más tradicionales y populares del país. El colorido, los movimientos, cómo arrastran sus pies los participantes o se deslizan por las calles de la ciudad, cómo los músicos se desplazan mientras sus instrumentos hacen sonar su lamento, mientras los distintos personajes que se muestran, típicos de ese rito tan particular de los pobladores negros mueven sus cuerpos armónicamente, son imágenes que impresionan por su fuerte compromiso vivencial con una historia de tristeza y esclavitud. Y CONTINÚA...
Desde este punto de vista, hablar de un cine hecho por negros, o un cine de blancos, es una cuestión que no tiene mucho futuro ni aporta nada a la creación, ni al arte. Gustará o no gustará, tendrá, desde la forma, más belleza o no, pero desde la realización cinematográfica, el lenguaje, la imagen, etc., no dejará de ser cine.
No necesitamos irnos de Hollywood, ni del país, para explicar o ejemplificar, a través del cine, de la historia del cine norteamericano, cómo los distintos creadores, directores, guionistas, fotógrafos, actores, etc., desde el nacimiento de este fenómeno, concibieron o se hicieron eco de esta trama tan compleja de choques y acercamientos interétnicos.
También podría suceder que es propia de esta peculiar universalidad, haber nacido y desarrollado así, y que continuará así por el resto de nuestras vidas sin cambios ni alteraciones sustanciales, podría ser. Este imperio es impredecible e imprevisible, o sea que podría, en sus entrañas, manifestarse de cualquier manera, independientemente de nuestra voluntad y racionalidad. Todo podría ser.
Héctor Correa
Punta Alta, enero de 2009
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