Imagen satelital Landsat de la zona de los terraplenes.
Un terraplén es un macizo de tierra elevado para hacer una defensa, un represamiento, un “polder” para desecar un humedal, un camino sobreelevado en un área inundada, u otra obra semejante.
En el caso del terraplén construido por la empresa Forestal Andina en Iberá, la obra mide aproximadamente 1,5 metros de alto, por 6 metros de ancho y cuenta con unos 24 kilómetros de longitud, distribuidos en un ramal principal y tres secundarios. Aunque Forestal Andina argumenta que su terraplén es utilizado por la empresa como camino interno para recorrer sus campos, el diseño de la obra no responde al de un camino, pues no respeta las curvas de nivel y el proyecto inicial no preveía puentes o alcantarillas. Probablemente se trate más bien de un “polder”, es decir, aislar mediante barreras artificiales áreas inundables para luego, a través de relleno o bombeo de agua, mantenerlas secas para manejo agropecuario.
Un terraplén funciona como un paredón infranqueable que retiene las aguas de lluvia por más tiempo del que normalmente permanecería. Al quedar el agua estancada, las napas se saturan y el exceso de líquido genera una circulación subterránea por debajo de las lomadas arenosas, arrastrando consigo parte de las pequeñas partículas de arena.
Como consecuencia del terraplén construido por Forestal Andina, al largo plazo, Iberá perdería miles de hectáreas de tierras altas, ya sea por inundación directa o hundimiento del suelo (a modo de lagunas redondeadas).
Al perder tierras altas y heterogeneidad en el paisaje, disminuiría la capacidad de una gran extensión del humedal de sustentar animales terrestres y acuáticos, ya que desaparecerían los sitios de refugio, descanso y lugares de reproducción en general. Esto causaría una disminución de la biodiversidad en una de las zonas más exuberantes de Iberá.
Debido a la construcción de rutas mal diseñadas que bloquean el escurrimiento de la cuenca, durante los últimos 25 años 140.000 hectáreas de cordones arenosos han quedado bajo agua.
Actualmente, unas 150.000 hectáreas más presentan síntomas claros de esterización por encadenamiento de lagunas que parten irreversiblemente los cordones y lomadas arenosas.
Fuente: Salvemos al Iberá. No a los terraplenes.
Coalición No a los terraplenes
Información de la Fundación Proteger sobre el tema
1 comentario:
excelente investgación e información.
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