La
alumna María Avila de 4to. Año del ISFD Nº 79 defendió su trabajo de
tesina de Investigación Geográfica II del Profesorado de Geografía.
Aquí su presentación ARBOLADO PÚBLICO EN LA CIUDAD DE PUNTA ALTA
Este trabajo surge ante la problemática actual del arbolado público en la ciudad de Punta Alta y la falta de un proyecto de manejo y conservación del mismo.
Este tema me interesó ante la
decisión del intendente de la ciudad de retirar los paraísos de la plaza Gral.
Belgrano para mejorar la vereda que dan a la calle Irigoyen, entre Murature y
Brown y la respuesta y reclamos de los distintos vecinos que mostraban su
disconformidad a través de los medios de comunicación locales y la intervención
de las distintas agrupaciones ecologistas hicieron ecos de su negativa ante
esta solución poco viable. Entre las agrupaciones encontramos a la Agrupación de Arbolado Urbano, Agrupación
Olivillo incluso la presidenta de la Comisión Asesora de Medio Ambiente del
Consejo Deliberante se mostró en contra de la decisión. La lucha de las ONG, y
su compromiso de educar a la ciudadanía junto con el apoyo y compromiso de los
partidos políticos lograron que se aprobara el proyecto del Plan de Manejo
sobre Arbolado Público en el Concejo Deliberante. El retiro de los árboles de
la plaza Belgrano contradice la ordenanza municipal 3017, que tiene como fin la
preservación de las especies existentes, como el respeto de los espacios
públicos por ser un derecho comunitario. El recuerdo que me viene de la niñez
es el de pasear por la plaza los domingos, y con mi hermana sentarnos en el
banco de la plaza que dan justo con estos árboles de paraíso y comer helado o
algodón de azúcar, y en la actualidad también forma parte de mi recorrido pasar
por ese sector, y ahora con mi formación sé que ese espacio es mi lugar y forma
parte de mi imaginario (espacio personal), y como la geografía de la percepción
puede responder a una problemática espacial.
En estos últimos años se puede observar en la ciudad de Punta Alta como los espacios verdes son amenazados por el avance del concepto de ciudad que algunos vecinos poseen. También se observa la falta de políticas y un marco regulador sobre la implementación de los árboles en los barrios más periféricos, y la falta de control sobre el micro y macrocentro donde se evidencia de manera reciente la tala de especies para dar lugar a otras de cemento y cal.
Otra particularidad que destaco
de la ciudad es que en determinados barrios como son el microcentro, los
barrios Parque San Martín, Barrio Norte, Barrio Luiggi, se destacan por la
cantidad de árboles en la vía pública y otros barrios más recientes como 27 de
septiembre, barrio Centenario, Albatros XXVII, los barrios del Plan Federal
carecen de árboles, o solo tiene alguna variedad de arbusto pero es mínimo su
número y distribución en el espacio público. Eso se extiende a una plazoleta
del barrio 27 de septiembre que carece de árboles, tiene sus respectivos juegos
considero que esta situación se debe a que
está en sus comienzos como barrio y que la plaza evolucionará en cuanto a su
planificación respecto a lo arbóreo, mi seguimiento del mismo será interesante
para determinar mi supuesto.
Surge un interrogante a partir de
mi recorrido por los barrios: ¿la ausencia o presencia de árboles está relacionado
a la cultura del árbol, es decir si cada familia cuenta en sus patios con
árboles y plantas? En mi caso particular mis padres provienen de provincias del
norte, San Miguel de Tucumán y Formosa, ambas con plazas y parques hermosos, y
con casas grandes con sus respectivos patios con aljibes. Toda la familia
almorzaba los días calurosos del verano bajo los árboles del patio, y los
mismos nos proveían de sombra en las siestas. Aquí en Punta Alta mi casa
también tiene árboles, en la vereda contamos con un arbusto y un duraznero, que
pese a la voluntad de mi padre quedo y provee de frutas a los que pasan. Nombro
a mi padre porque es uno de los que opinan que los árboles levantan las
veredas, que el follaje de los mismos brinda inseguridad porque sostiene que
impide que la luz del alumbrado llegue al frente. Admito que ocasionan ciertos
problemas pero los mismos surgen por una falta de aplicación de las ordenanzas
en las mismas señalan que el frentista debe construir un zanjón con determinada
profundidad para que las raíces no vayan a la superficie, pero no existe un
organismo que regule su cumplimiento. Y para finalizar considero que la puesta
en marcha de la Ordenanza Municipal 3017 y su correspondiente cumplimiento es
el primer paso a la planificación y gestión del arbolado como un recurso
sustentable.
No hay comentarios:
Publicar un comentario